domingo, 18 de mayo de 2008

¡El sábado ... se nos fue!

Y me quedé pensando en esta última clase...
Quizás este no sea el espacio para que exprese mi descontento, disculpen si estoy fuera de lugar, es posible también que otros opinen igual que yo y no se animen a hacerse escuchar, pero si este blog ha sido pensado para la reflexión creo que también da lugar al disenso ¿ o n0 ?.
Me pregunto ¿ cuántos de nosotros no corrimos para llegar a tiempo a la clase del sábado?, ¿cuántos para poder llegar tienen que hacer una travesía para dejar los hijos al cuidado de abuelos, tíos, etc?
¿Quienes de nosotros no invierte dinero y tiempo cada sábado?
Y después pienso en Máximo y los chicos que lo acompañan cada clase. ¡ Cuánto empeño en preparar la clase ! ¿O acaso no trabajaron hasta la madrugada? ¿No dijo Máximo ?: esta clase va a ser dificil, el tema es dificil, complicado... (casi no lo pudo desarrollar)
Entonces me pregunto: ¿no habrá llegado el momento de formar alguna comisión o algo similar, para tratar los temas que nos preocupan, sin resignar tiempos de clase, y que funcione como intermediario entre docentes-alumnos, llevando inquietudes, aportes y por que no críticas que ayuden a construir esto que está naciendo, y de lo que nosotros somos iniciadores?
No se bien que se implementa en este nivel académico, pero creo que las clases son muy pocas, los contenidos son amplios, la presencia del profesor no deja de ser importante (a pesar de la posibilidad que nos brinda la tecnología), y cuando lo tenemos frente a la clase debemos aprovecharlo al máximo.
Y después de todo ... ¿ que conclusión sacamos de la charla de este sábado? ¿quedó claro para todos?

2 comentarios:

sheila dijo...

La verdad Rosario que tenés mucha razón...
Para todos es un sacrificio la cursada de los sábados y hace varias clases que venimos discutiendo(en el buen sentido de la palabra),el mismo tema. La respuesta no llega y el desconcierto nos gana. Si bien es verdad que somos adultos, responsables y capaces de dialogar, parece que no nos damos cuenta. Creo que deberíamos mostrar un poco más de compromiso y hacernos cargo de nuestras dificultades, sin echarle la culpa a los profesores.

Máximo Chaparro dijo...

Queridas amigas y amigos: les pido perdón por la clase del sábado. ¡Que razón tienes Rosario! ¡Cuánto esfuerzo hay detrás de cada sábado! Digo de "cada sábado".
La clase era difícil. Sí, el tema muy complejo. Si he pensado algo, no sé, y lo digo desde lo más profundo de mi ser, quizás un sábado por mes, podía intentar balbucear algunas palabras, en este océano de oscuridad, en el cual estamos. Y sin embargo, algo de luz hay. Y nuestras pupilas y nuestro corazón etán para acoger la realidad, no para destruirla.
Perdón, de nuevo, por el tiempo que les hice perder el sábado.
Esos temas deben tratarse en otro ámbito. Un abrazo.
Máximo