domingo, 13 de enero de 2008

La Aldea

La aldea, hasta donde llega mirada, está en orden, todo el caserío está dispuesto en su lugar, más allá de estos, lo ignoto. Hoy es un día maravilloso, el sol en su lugar, fulgura y su ardor acaricia nuestra epidermis, extenso manto de millones de ojos que guarda el secreto de los dos mundos. Esté árbol, estos gorriones sucios y sus piojos tienen lugar y sentido, todo guarda armonía y se acopla en bella geografía. Paseamos y mi compañera toma mi brazo, nuestros cuerpos danzan unísono el baile de los enamorados ¿cuantas cosas han tenido que pasar para que hoy mi corazón este en paz? ¡Somos una hazaña! – pienso -, mientras mis ojos se mezclan con los suyos. Así, mis sueños se viven, mis despertares son mansos, mis noches de unión y música encantadora hasta que suavemente nos dormimos abrazados. Mi guitarra me ha dicho un La menor y se que ella ve lo mismo que yo.

Pero me habita el deseo, la inquietud inevitable, ¡El tiempo me asfixia! - grito al cielo - El tiempo me ha dictado hacerme y no puedo dejar de hacerme, minuto a minuto, centímetro a centímetro, levanto, derrumbo, agrieto y remiendo, acecho los muros, los límites, estos dan pavor, los vientos soplan fríos, la soledad es el único equipaje posible por aquí.Esta construcción guarda cuidadosamente en su pequeñez la admirable y temerosa infinitud. Soy un rascacielos moldeado como una minúscula aguja que perfora la eternidad. ¿hacia allí iré? ¿como? Todo se ha vuelto borroso, los caminos se bifurcan y se vuelven a bifurcar, ¿no se de donde vengo ya? Y estoy solo para decidir, para decidirme, soy mi obra de arte y soy mi muerte. Rastreo mi voluntad, ciega y pobre la veo en un rincón, se ve tan pequeña hoy. Así, mis sueños se venden por monedas manchadas, mis despertares se hacen pesados y mis noches solitarias de vigilia, ya sin música para deleitar, solo ruidos de un vecindario muerto de pena. ¡Ya no espero nada y espero todo!

Pero en el murmullo de la pueblada se oyó una voz clara y serena que invitaba al gentío a escucharlo, muchos se acercaban, pocos se quedaban, dicen que es maestro ¿para que estarán los maestros en esta tierra? quizás para no dejarnos perder. El ha recorrido varios caminos, verdes llanos, empedrados, montañosos, y en las alturas atisbo un sendero que convida en sus palabras. “La vida tiene sentido, la vida tiene sentido” - decía -No se bien que paso, lo debo reconocer, pero sentí retornar. La noche estaba fría, pero no temblé, el miedo se había disipado, advertí mucha gente triste y desorientada, hay mucho por hacer, hay mucho por dar. La aldea.

4 comentarios:

Maria Julieta Barro dijo...

Mariano: que queres decir con esto? Lo leo y vuelvo a leer pero no puedo ubicarme. Sera que en lugar de aldea puede ser VIDA, Saber cotidiano y Saber academico: socorredme por favor!
Chamigo! se escurre el agua entre las manos.
Creo que retorne mucho. Ahora solo se que no se nada.
Mis respetos y gracias.

Mariano dijo...

Maria Julia, intentare explicar el texto, aunque no sea mi costumbre. La Aldea surgió de una charla entre colegas, donde un Maestro expreso y explico “un pensar aldeano” la idea me quedo dando vueltas y intente cuentearla. La definición, aunque acotada, se plantea al principio, la aldea es “hasta donde llega mirada”, la mía, la tuya, unos mas otros menos tienen una visión de lo que los rodea y son. El tema es que por nuestra constitución no podemos extender sus limites, al menos hasta donde quisiéramos, hablar de Cosmovisión, una visión del cosmos, seria una soberbia, ¿no te parece?. Pero nos vasta esta situación, por eso a continuación esta la descripción de ese momento, donde todo esta en su lugar, el árbol, los gorriones., etc, “Mi guitarra me a dicho un La menor y se que ve lo mismo que yo” El La menor en la guitarra es uno de mis acordes favoritos, mas allá de las connotaciones o significados que les quieran atribuir otros, yo lo utilice como metáfora de un estado de armonía.

Luego, en un segundo momento, hay un intento de transgredir los limites propios de la aldea, un deseo que también es propio del hombre, un deseo natural de conocer. Y descubro varias cosas en ese intento: “que me habita el deseo y la inquietud inevitable” “que no puedo dejar de hacerme (elijo a cada instante) minuto a minuto, centímetro a centímetro” “que los caminos se bifurcan y se vuelven a bifurcar” “y que estoy solo para decidir” ( soy yo y solo yo quien decide en ultima instancia que camino tomar) “ Ya no espero nada y espero todo” ( una apertura y aceptación de nuestra situación, sin perder las esperanzas).

Y el ultimo momento, El pero, que a través de la voz de un Maestro hace que retornemos, quizás ahora con un poco mas de conocimiento / experiencia.

Espero haberte ayudado, y te agradezco tu dedicación y sinceridad, las cuales te las requeriré para saber si te sirve esta aclaración, pues si así no lo fuera no tiene sentido que mantenga el texto, la idea siempre es comunicar.

Un abrazo.

Maria Julieta Barro dijo...

Mariano: vuelvo a leerla luego de tu maravillosa explicacion. Es inmensamente hermosa. Muchas gracias.
Tal vez deba acelerar mis tiempos e incorporar mas palabras a mi escaso y muy comun o bulgar vocabulario. Espero no haber generado decepcion. Por favor no la retires. Cariños Julieta

Mariano dijo...

Satisfecho plenamente por tu devolución, no creo que sea una labor solo tuya sino mutua, para poder encontrar los espacios de contacto entre nosotros y quienes se incorporen.

Un abrazo y te animo a que plasmes tus reflexiones en estos espacios tan enriquecedores para el dialogo